La sopa de ajo es un plato muy común en la cocina española, conocido tanto por su sabor reconfortante como por su sencillez. Hoy le vamos a dar un toque de sabor y cremosidad añadiendo queso Manchego a la receta clásica. Así que toma nota y animate a preparar un manjar ideal para los días fríos.
Ingredientes
- 100 g de queso manchego curado
- 4 dientes de ajo grandes
- 1 litro de caldo de pollo o de verduras
- 2 rebanadas de pan del día anterior
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de pimentón dulce o picante
- 1 hoja de laurel
- Sal y pimienta al gusto
- 1 ramita de romero (opcional)
Dificultad: fácil
Tiempo: 35-40 minutos
Raciones: 4 personas
Receta de sopa de ajo con queso manchego
- Empieza pelando los dientes de ajo y cortándolos en finas láminas (si prefieres un sabor más potente, puedes cortarlos en láminas más gruesas). Corta también el pan en trozos medianos y ralla el queso o haz láminas finas.
- Sofríe los ajos en una cazuela grande con un chorrito de aceite de oliva hasta que veas que están dorados y desprenden su olor característico. Ten cuidado de que no se quemen, ya que eso le daría un sabor amargo a la sopa.
- Añade el pan y deja que se tueste ligeramente en la cazuela; remueve para que se impregne bien del sabor del ajo.
- Cuando el pan esté ligeramente tostado, agrega el pimentón y remueve durante 30 segundos.
- Añade el caldo a la cazuela junto con la hoja de laurel. Agrega también una ramita de romero para añadirle un toque de aroma.
- Llévalo a ebullición y deja que se cocine durante 15-20 minutos a fuego medio-bajo. El pan se irá deshaciendo parcialmente en el caldo, dándole cuerpo a la sopa.
- Pasado ese tiempo, prueba el caldo y salpimienta al gusto.
- Una vez que tengas lista la sopa, agrega el queso manchego y remueve para que se derrita con el calor.
Si te apetece una sopa más ligera, reduce la cantidad de pan o directamente omítelo. ¡Y ya tienes listo un plato reconfortante y fácil de preparar!