España produce más de 500 millones de litros de leche de oveja al año, lo que nos convierte en el segundo productor de queso de oveja de Europa, por detrás de Italia.
La alimentación de las ovejas es clave en este proceso, ya que determinan aspectos fundamentales del queso como su sabor, aroma, textura y matices. Por eso, en este artículo explicamos los diferentes tipos de alimentación que existen y cómo influyen en las características y calidades del queso.
Pastos y forrajes
La leche de mejor calidad es aquella que procede de ovejas autóctonas que pastan en libertad o semilibertad. Esto sucede porque el sistema digestivo de las ovejas está adaptado a la vegetación de la zona, lo que mejora la digestión y previenen trastornos digestivos derivados de los piensos.
La alimentación a base de pastos y forrajes proporciona una dieta rica en nutrientes, especialmente ácidos grasos esenciales y fitoquímicos, que juegan un papel fundamental en el sabor del queso. Este tipo de dieta transfiere a la leche todo tipo de matices de la vegetación y la flora de la región, que hacen que cada queso sea único.
El pasto más habitual en España es la hierba común, que suele contener una mezcla de plantas herbáceas, gramíneas y flores silvestres. Además, en los pastos de Castilla – La Mancha las ovejas pueden comer también plantas aromáticas como el tomillo, el romero, la lavanda o la salvia.
En lo referente a los forrajes, los más comunes en Castilla – La Mancha son los forrajes ensilados de granos de cereales, como avena, guisante, trigo o cebada. En otras zonas de España también es muy popular la alfalfa.
Piensos
Los piensos están fabricados para cubrir las necesidades nutricionales de las ovejas, pero suponen una dieta mucho menos variada que la de las ovejas que pastan en libertad. Esto se debe a que los piensos no contienen la cantidad de nutrientes que contienen los pastos y los forrajes, lo que se traduce en quesos con un sabor más plano y de menos matices.
La alimentación a base de piensos suele ser común en sistemas de producción intensivos, ya que permite un control de la dieta más sencillo.
Como ocurre con todo, existen piensos de más o menos calidad, pero no es recomendable que sea el único alimento presente en la dieta de las ovejas.