Esta receta es perfecta para combinar el sabor suave del pollo con la cremosidad y el toque intenso del queso manchego fundido. Según el nivel de intensidad que prefieras, puedes usar queso manchego curado o semicurado, por lo que este plato también es ideal tanto para niños como para aquellas personas que prefieren un queso más suave.
Además, necesitas muy pocos ingredientes y es muy fácil de preparar. Así que, ¡toma nota de lo que necesitas y de los pasos a realizar para preparar este delicioso pollo relleno de queso manchego!
Ingredientes
- 4 pechugas de pollo grandes y deshuesadas
- 150 gr de queso manchego curado o semicurado
- 4 lonchas de jamón cocido o serrano (opcional)
- Sal y pimienta
- Ajo en polvo (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Papel film
- Palillos
Dificultad: fácil
Tiempo: 50 minutos
Raciones: 4 personas
Preparación de las pechugas de pollo rellenas de queso manchego
- Haz un corte lateral en cada pechuga para abrirla en forma de libro, sin llegar a separarla del todo.
- Cubre las pechugas con papel film y aplánala un poco con un rodillo hasta que el filete sea más delgado. Luego retira el papel film y salpimienta al gusto por ambos lados del filete. También puedes añadirle un poco de ajo en polvo si lo deseas.
- Para rellenar el pollo, coloca dentro de cada filete pequeñas tiras de queso manchego, sin recargarlo demasiado para que después no se salga. Opcionalmente también puedes añadir una loncha de jamón cocido o jamón serrano.
- Dobla la pechuga y séllala con palillos. También puedes utilizar hilo de cocina si ves que no queda lo suficientemente cerrado.
- Precalienta el horno a 190º durante 10 minutos. Coloca las pechugas en una bandeja o recipiente apto para horno, bien engrasado con aceite de oliva o mantequilla, y mételas en el horno.
- Hornea a 190º durante aproximadamente 25 o 30 minutos, hasta que veas que las pechugas están bien doraditas por fuera.
- Saca las pechugas rellenas del horno y déjalas reposar a temperatura ambiente durante 5 minutos antes de servirlas.