como hacer tarta de queso y chocolate

 

En esta ocasión vamos a preparar algo riquísimo: una tarta de queso y chocolate. Puede que esta mezcla te suene de entrada a algo loco que no tiene pinta de estar precisamente bueno, pero nada más lejos de la realidad: el resultado es espectacular, sobre todo si ya eras admirador de estos dos sabores (si no, nunca es tarde para unirse a sus numerosos fans).

La tarta de queso (cheesecake) es todo un clásico al que el chocolate le añade un extra de sabor muy interesante. Hay que reconocer que la persona que tuvo la idea de fusionar ambos ingredientes no pudo estar más acertada.

 

Por qué combina el queso y el chocolate

Ya te hemos dicho que el pastel de queso con chocolate está riquísimo, pero evidentemente estás en tu derecho de creernos o no (seguro que cuando la pruebes no te quedarán dudas). Si todavía no estás muy convencido, no te preocupes, todavía tenemos más motivos.

Lo cierto es que, gracias en gran parte a su textura y a su nivel aromático, el queso puede combinarse perfectamente con una gran cantidad de alimentos. Su sabor y untuosidad contrasta a la perfección con la intensidad que aporta el chocolate. Esto hace que la tarta de queso y chocolate resulte deliciosamente cremosa.

Como habrás adivinado, no se trata de algo ligero, pero, aun así, no podrás evitar repetir. Además, un día es un día y no está de más darse un buen capricho culinario de vez en cuando. En cuanto a su valor energético, debes saber que cada 100 gramos de esta tarta aportan unas 345 kcal.

 

Elabora tu tarta de queso y chocolate en casa

Ahora que ya hemos visto lo buenísima que es la idea de mezclar chocolate con queso, apetece comprobarlo, ¿verdad?

Puedes preparar esta tarta perfectamente en tu casa. A continuación te contamos cómo hacerlo, paso a paso. Tardarás unas dos horas en tenerla lista.

 

Ingredientes

Las cantidades son para una tarta suficiente para unas 10 personas.

  • 60 gramos de mantequilla.
  • 115 gramos de galletas de chocolate (tipo Oreo) para hacer la base.
  • Aproximadamente medio kilo de queso fundido. Te sugerimos que uses queso de oveja de la mancha que, además de estar buenísimo, es perfecto para fundir con el chocolate, aunque evidentemente puedes hacerlo con otro si así lo prefieres.
  • 2 huevos.
  • 260 gramos de chocolate 70 % de cacao (lo utilizaremos para el relleno).
  • 150 gramos de azúcar.
  • 175 gramos de nata.
  • Una cucharadita de extracto de vainilla.
  • 175 gramos de chocolate 70 % de cacao (este lo usaremos para la ganacheo crema de chocolate).
  • Una cucharada de mantequilla.
  • 175 mililitros de nata líquida o de crema de leche.

 

Elabora la tarta de queso y chocolate

Vamos ya con la elaboración de nuestra tarta de queso y chocolate. Para distribuir mejor el proceso, lo hemos dividido en varias partes: la base de galletas, el relleno de queso y chocolate y la salsa de chocolate.

Base de galletas

  1. Tritura las galletas hasta que veas que han quedado hechas migas. Para hacerlo sin poner perdida la cocina, una buena idea es meterlas en una bolsa y machacarlas con el mango del mortero. En el caso de que sean galletas tipo Oreo, quítales antes el relleno, ya que solo necesitaremos la parte del chocolate. Cuando tengas las migas de galleta, ponlas en un bol.
  2. Derrite la mantequilla en una cazuelita y añádela a las galletas desmigadas. Mézclalas hasta que veas que las migas están bien empapadas de la mantequilla derretida.
  3. Unta un molde apto para horno (mejor si es de unos 20 centímetros más o menos) y fórralo con papel de horno; lo agradecerás a la hora de desmoldar la tarta, pues esto es perfecto para evitar que se quede pegada o se rompa.
  4. Echa ahora las migas bañadas de mantequilla en el fondo del molde y compáctalas con las manos hasta que queden en la base con un grosor que sea más o menos uniforme.
  5. Precalienta el horno a 180 °C y hornea allí esta base de galletas durante unos 8 minutos. Sácala del horno y reserva.

Relleno de chocolate

  1. Trocea el chocolate y ponlo en un bol. Calienta la nata en una cazuela. Cuando veas que empieza a hervir, apaga el fuego y échala en el bol con el chocolate.
  2. Deja que el calor de la nata actúe durante un minuto aproximadamente. Cuando pase, remueve el chocolate y la nata ayudándote con un tenedor hasta que veas que el chocolate se ha derretido totalmente. El resultado será una crema de chocolate brillante y lisa. Resérvala.
  3. Bate en un bol la crema de queso con azúcar. Para trabajarla adecuadamente, es muy importante que la crema esté a temperatura ambiente. Si no, estaría demasiado dura como para batirla con azúcar.
  4. Añade a la mezcla de queso y azúcar los huevos. Hazlo de uno en uno. Bátelos hasta que veas que queda una crema uniforme. Agrega la esencia de vainilla.
  5. Incorpora la crema de chocolate que tenías reservada.
  6. Echa la crema en el molde que teníamos reservado con la base de galletas. Precalienta el horno a 170 °C y hornea durante una hora más o menos. Lo cierto es que este tiempo dependerá mucho del tipo de molde que utilices. Cuanta menos altura tenga la tarta (algo muy factible si el diámetro del molde es grande) menor será también el tiempo de horneado.
  7. Cuando veas que la tarta está lista, retírala del horno y deja que se enfríe sin desmoldarla todavía. Puedes dejar que se enfríe mientras se hace la salsa de chocolate con la que la cubrirás.

Crema de chocolate (o ganache)

  1. Pon en un bol el chocolate troceado. Calienta la nata hasta que veas que empieza a hervir y vuélcala sobre el chocolate.
  2. Deja que la nata actúe durante un par de minutos. Ahora, con un tenedor, remueve hasta que veas que ha quedado una crema lisa.
  3. Agrega ahora la cucharada de mantequilla y remueve hasta que veas que la mezcla se derrite. Ya tienes el ganache listo para echarlo sobre la tarta. Deja que el chocolate cuaje adecuadamente antes de servirla. No importa que tardes un poco en comer la tarta, aguanta perfectamente unos días en el frigorífico.

 

Y ya tienes tu tarta de queso y chocolate. Como habrás visto, no es muy difícil de preparar. Además, el horno se encarga de hacer el trabajo durante la mitad del tiempo. Si es la primera vez que la pruebas, esperamos que te guste. Seguro que se la recomendarás a todo el mundo. Perfecta con un cafecito o tazón de leche, para una buena merienda o celebración o, simplemente, como tentempié.