Si te vuelven loco los quesos, hay diferentes utensilios que va bien tener a mano para disfrutar mucho más de la experiencia. Disponer de los utensilios adecuados no solamente te facilitará la manipulación y conservación de los quesos, si no que también incidirá directamente en el acto de degustarlos.

Por ello, en este artículo te contamos cuáles son esos utensilios que todo buen turófilo debería tener en casa.

Juego de cuchillos especiales para queso

No existe peor pecado que destrozar un queso por no utilizar un cuchillo adecuado. Es importante, por tanto, elegir bien el cuchillo a utilizar según el tipo de queso, según su consistencia y dureza. Los más habituales son los siguientes:

  • Cuchillo para queso blando: cuenta con perforaciones en la hoja, pensadas para que el queso cremoso (como el brie, el camembert o el tierno de oveja) no se adhieran al cuchillo. Estos cuchillos suelen incluir un pincho en la punta para servir el queso.
  • Cuchillo para queso duro: suelen ser tipo machete o hacha y su hoja es fuerte y afilada (en ocasiones tienen el filo dentado). Deben ser lo suficientemente grandes como para abarcar el queso completo y estar muy bien afilados. Este tipo de cuchillo es perfecto para quesos como el manchego curado o el parmesano.
  • Cuchillo de untar: para quesos muy frescos y blandos, tipo feta o ricotta, tu mejor aliado será cualquier cuchillo de punta redonda o un cuchillo de mantequilla.
  • Cuchillo de hoja larga y delgada: es otra buena opción para cortar quesos blandos o semi duros, ya que permite cortar porciones grandes de forma limpia.
  • Cincel o cuchillo plano ancho: esta herramienta se utiliza para sacar lascas de grosor medio o fino, y sirve tanto para quesos más blandos como para quesos más duros.

Tabla de quesos

Existen una infinidad de opciones a la hora de elegir una tabla para presentar y servir los quesos. Generalmente tienden a ser de madera, siendo algunos de los tipos más comunes las de olivo, nogal, arce, roble, abedul o cerezo. Cada uno de estos tipos le otorga un color y estética diferente a la tabla.

Además de madera, también existen otros materiales para las tablas de quesos, especialmente la pizarra, el bambú o el acero inoxidable.

Quesera

Para mantener su sabor durante el almacenaje, el queso necesita respirar y expulsar la humedad, lo que evitará el moho. Para tal efecto, las queseras son la mejor opción, ya que protegen el queso de olores ajenos, insectos, polvo o bacterias.

Rallador

Un buen rallador o microplane es indispensable si quieres utilizar quesos duros para tus recetas (como el parmesano o el pecorino). Esta herramienta te permitirá conseguir hebras de queso finas y aireadas, perfectas para pastas, carpaccios o sopas.