Nuestra casa está para vivirla, y más todavía en estos tiempos en los que las circunstancias nos obligan a pasar el máximo tiempo en nuestro hogar y evitar socializar con los demás. Podemos aprovechar esta circunstancia para disfrutar en casa y crear una atmósfera especial preparando, por ejemplo, una cena de picoteo fácil y sabrosa.

Cada detalle cuenta y cualquier ocasión puede ser la excusa perfecta para idear las tapas más divertidas y apetecibles, sin dejar de lado la calidad con opciones para todos los gustos y con la mínima complicación.

 

Ideas para una cena de picoteo original 

Uno de los pequeños placeres que tiene no salir, es poder elaborar nosotros mismos los platos que luego vamos a disfrutar comiendo. Tanto si eres un cocinillas como si tienes alergia a los fogones, seguro que entre todas las ideas de recetas de picoteo para cenar que te proponemos encuentras más de una con la que sentirte un verdadero chef.

Toma nota de ellas, de sus ingredientes y de cómo puedes en pocos pasos tener una cena de picoteo en casa para chuparse los dedos.

 

Montaditos de queso de oveja curado, mermelada de tomate y anchoa

Un bocado refrescante y con muchísimo sabor, de apenas elaboración y que no necesita, siquiera que nos ensuciemos las manos.

Los ingredientes son:

  • Pan
  • Mermelada de tomate
  • Una lata de anchoas
  • Queso de oveja curado

Cortamos el pan en rebanadas de unos 5 mm aproximadamente. Si deseamos que esté más crujiente, podemos colocar las rebanadas de pan sobre una fuente en el horno durante aproximadamente 10 minutos a 180 °C.

Cuando esté listo, lo sacamos y cubrimos uno de sus laterales con una capa de mermelada de tomate. Sobre ella colocamos un triángulo de queso de oveja curado y la anchoa enrollada en espiral.

Podemos servir los montaditos sobre una pizarra o sobre una tabla de madera.

La mezcla del sabor dulce de la mermelada con el salado de la anchoa se ven equilibrados por el toque tan acertado que le da el queso.

Si lo preferimos, podemos cambiar la mermelada de tomate por mermelada de higo, que también funciona muy bien como contraste con la anchoa.

 

Langostinos a la gabardina crujientes con cerveza

Es una receta que habitualmente pedimos en el restaurante, pero que podemos hacerla también para picar en casa en un santiamén.

Se realiza en pocos pasos y de forma muy entretenida, así que si nunca te habías animado a hacerla, quizá ahora es el momento idóneo.

Para 4 personas necesitarás:

  • 1 kilo de gambas o langostinos
  • 1 huevo
  • 250 gramos de harina de trigo
  • 200 ml de cerveza (equivalente a un quinto o un botellín)
  • Aceite de girasol o AOVE (para freír las gambas o langostinos)
  • 1 cucharadita de levadura química (opcional)
  • ½ cucharadita de colorante (opcional)

Pelamos las gambas o langostinos completamente, quitando la cabeza y la cáscara, excepto la cola. Reservamos.

A continuación preparamos la tempura añadiendo en un bol todos los ingredientes (huevo, harina, cerveza, sal, levadura y colorante), removemos bien la mezcla y mientras tanto ponemos abundante aceite en la sartén a fuego medio-alto.

Cuando el aceite esté bien caliente, comenzamos a sumergir y untar bien las gambas o langostinos en la tempura, cogiéndolas por la cola, pero sin llegar a mojarla.

Los freímos en pequeñas tandas hasta que estén dorados (unos 30 segundos) y los dejamos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite de la fritura.

Cuando estén todos listos los colocamos en un bol con las colitas hacia arriba para cogerlos fácilmente. Los servimos junto con la salsa que más nos guste: mayonesa, barbacoa o soja.

 

Piruletas de queso manchego con semillas

Seguramente en una de las ideas de cena de picoteo más llamativa y sorprendente por su aspecto delicado y frágil, pero te aseguramos que no tienen ninguna dificultad.

Para elaborarlas se necesita:

  • 200 gramos de queso manchego (puede ser tierno, semicurado, curado o una mezcla de ellos)
  • 10 gramos de semillas de sésamo negro
  • 10 gramos de sésamo blanco
  • 5 gramos de semillas de amapola
  • Orégano, tomillo o cualquier otra hierba aromática seca

Rallamos el queso en un bol y añadimos el resto de ingredientes mezclando con suavidad.

Por otro lado, forramos una bandeja con papel de hornear y ponemos 4 o 5 pinchos para brocheta con algo de distancia entre ellos.

Utilizando un aro cortapastas sobre una de las puntas de la brocheta vamos colocando unas dos o tres cucharadas de la mezcla para conseguir una forma redonda. Repetimos la operación con el resto de brochetas.

Horneamos 10-15 minutos a 180 °C. Después sacamos del horno y dejamos que se enfríe por completo. Podemos colocar las piruletas en un tarro o vaso alto.

 

Queso de oveja curado en aceite

A veces lo más sencillo resulta ser también lo más exquisito. Basta con servir el queso curado en pequeñas cuñas o dados junto con finas tostas. Adicionalmente se le pueden añadir unas hebras de tomillo por encima para resaltar todavía más su sabor.

 

Croquetas de queso manchego

No hay nada más español, por detrás de la tortilla española, que unas croquetas, y si están hechas con auténtico queso manchego, mejor que mejor.

Necesitamos:

  • 150 gramos de queso manchego semicurado
  • 300 ml de leche caliente
  • 80 gramos de harina
  • 50 gr de pan rallado
  • 2 huevos
  • 1 cebolla
  • 20 gr de mantequilla
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva

Preparamos la bechamel a la manera tradicional y antes de retirar la mezcla del fuego, añadimos el queso rallado, dejando que se funda durante unos pocos minutos. Apagamos el fuego y retiramos la sartén. Vertemos la mezcla en una fuente hasta que se enfríe por completo.

Batimos los huevos en un plato. En otro colocamos el pan rallado y en otro la harina. Hacemos bolitas con la mezcla y la freímos pasándola primero por el pan, luego el huevo y por último la harina.

 

Disfrutar de una cena de picoteo sana, sabrosa y a la altura de cualquier restaurante es sencillo y divertido también en casa con ingredientes de calidad que podemos adquirir fácilmente.