el queso engorda

 

Siempre se ha dicho según el refranero popular que lo que no mata, engorda, por eso no es de extrañar que hayamos oído hasta la saciedad eso de que el queso engorda. Pero ¿qué hay de cierto en esta afirmación?

La realidad es que ni todo es blanco ni negro y en el mundo del queso ocurre lo mismo, así que si te habías resignado a renunciar a él, espera un poco y sigue leyendo.

Es necesario que sepas que hay muchos mitos acerca de cuánto engorda el queso y siempre podemos aprender a incluirlo en una dieta saludable sin preocuparnos por las calorías.

 

¿Cuál es el aporte calórico del queso?

Esta es una pregunta que nos solemos hacer, especialmente si necesitamos controlar las calorías que consumimos a diario por temas de salud.

Como sabemos, el queso es un alimento rico tanto en grasas como en proteínas. La proporción de estas depende de varios factores:

Del animal del que proviene la leche

Aunque todas las leches puedan parecer iguales, no lo son en absoluto y cada una de ellas tiene una serie de propiedades nutricionales que la hace diferente del resto.

La leche de vaca, por ejemplo, que es una de las más consumidas es, sin embargo, también una de las que mayor aporte de grasa y colesterol tiene.

De si está producido con leche entera o desnatada

Es importante señalar que aunque la leche desnatada tiene menos calorías que la entera, también aporta una cantidad menor de nutrientes y no sacia tanto como la leche entera.

De su nivel de curación

Que va desde un queso fresco, pasando por un semicurado hasta un curado. Por lo general, cuanto más curación tiene un queso, más cantidad de grasa adquiere.

Del tipo de queso

Existen algunas variedades más grasas y otras que no lo son tanto, lo que hace que los valores calóricos puedan ser realmente dispares.

Por ejemplo, mientras que 100 gramos de queso parmesano equivaldrían a unas 431 calorías, la misma ración de un queso de oveja tierno se situaría en torno a las 365 calorías, una cantidad mucho menor.

Para conocer cuál es el queso que menos engorda, deberíamos mirar hacia los quesos frescos como la ricotta, el de tipo Burgos o la mozzarella, que se emplean habitualmente en ensaladas y son los que menor porcentaje de materia grasa poseen, situado en torno al 12  y 23 % frente al 36 % de un queso de cabra.

 

Consumo de queso para no subir de peso 

Como vemos no siempre es malo comer mucho queso, pero por ejemplo si nos gusta disfrutar del sabor de un buen queso manchego de oveja, sí es cierto que debemos controlar un poco las cantidades que consumimos para no engordar.

Para no pasarte, toma nota de las recomendaciones diarias:

  • Quesos curados y semicurados: El máximo diario recomendado sería de unos 80 gramos.
  • Quesos azules: Al ser mucho más grasos que los anteriores, es conveniente no sobrepasar los 30 gramos al día.
  • Quesos frescos o desnatados: Son los que se pueden consumir en mayor cantidad porque poseen más agua y menos grasa, así que no hay un límite claro establecido, aunque 100 gramos diarios es la cantidad que aconsejan expertos nutricionistas.

Si no tenemos un peso o báscula para contar las raciones, siempre podemos calcularlas a ojo teniendo en cuenta que un triángulo de queso vendría a pesar unos 20 gramos aproximadamente.

Ahora que sabemos que no todo el queso engorda mucho, es cuestión únicamente de escoger las variedades que pueden convertirse en nuestras aliadas y no en un enemigo de la línea.

En cuanto a los tipos de queso que más grasas tienen, moderar su consumo, además de hacerlo en pequeñas dosis, nos permitirá darnos un caprichito de vez en cuando sin arrepentimientos. Otra recomendación es consumirlos preferentemente por la mañana, ya que de este modo tendremos más tiempo para digerirlos y para quemar todas sus calorías a lo largo de la jornada.

 

Beneficios del consumo de queso en dietas saludables

No todo en el queso son grasas y calorías. De hecho el queso es uno de los productos lácteos que deberíamos incluir a diario en nuestra alimentación por la gran cantidad de nutrientes saludables que posee para nuestro organismo.

Su consumo se recomienda a lo largo de toda la vida porque en cada una de las fases vitales por las que pasamos nos proporciona diferentes beneficios:

Es fuente de calcio

Cada vez que comemos queso estamos dándole a nuestro organismo este mineral tan importante para el cuerpo humano. Cuando somos pequeños, es fundamental para el correcto desarrollo y formación de los dientes y huesos en la etapa de crecimiento. Y cuando somos adultos de mediana edad, nos ayuda a prevenir la osteoporosis así como otros problemas de los huesos asociados a la edad.

Contiene ácido fólico

Es una vitamina del grupo B que ayuda en la formación de las células y que previene la anemia, entre otras propiedades. Es una vitamina primordial del queso para las mujeres embarazadas, pues favorece tener un embarazo sano, especialmente durante el primer trimestre, cuando un déficit de ácido fólico puede producir en el bebé espina bífida.

Estimula la producción de leche materna

Otro punto más a su favor para consumirlo tanto durante el embarazo como la lactancia.

Mejora el aspecto de nuestra piel

Esto es gracias también a la vitamina B, que hace que la piel se vea más lisa, luminosa y joven.

Es rico en proteínas

Lo que se traduce en un alimento excepcional para personas deportistas o que desean ganar masa muscular, es decir, ganar peso de forma saludable.

Alternativas sin lactosa

Existen quesos sin lactosa, haciendo así posible que cualquier persona pueda consumirlo y aprovecharse de todas las propiedades que acabamos de nombrar.

 

Como cualquier otro alimento, el queso engorda en medida de la cantidad que consumimos, según la variedad y las necesidades nutricionales de cada persona, pero también resulta un alimento altamente recomendable para mantener una dieta sana y equilibrada y está repleto de beneficios para nuestra salud que lo hacen único.