Si eres una persona amante de los quesos, seguramente se te haga la boca agua con solo pensar en una salsa de queso fundido, con una intensidad de sabor bien ajustada y que combine perfectamente con la pasta, una hamburguesa o como una simple fondue.
¿Quieres aprender a preparar una salsa de queso de una manera fácil y rápida? En este artículo te explicamos todos los ingredientes que necesitas, los pasos a realizar y te damos algunos consejos para un resultado delicioso.
¿Qué queso elegir?
La elección de los ingredientes es el primer punto a tener en cuenta para preparar una exquisita salsa de queso.
Aunque lo más tradicional es optar por hacer recetas con un único queso, como la salsa roquefort, la salsa cheddar o la salsa de queso azul, lo cierto es que también se puede optar por la mezcla de distintos quesos para un resultado más especial. Solo debes tener en cuenta que los quesos suaves son los que tienen un mejor punto de fundido, lo que te facilitará obtener una salsa cremosa y con buena textura.
Ingredientes
Existen diferentes recetas para la salsa de queso. Y no depende únicamente de si se quiere preparar una salsa de queso manchego o una salsa gorgonzola. Nosotros te ofrecemos la versión que más nos gusta, para la que contamos con los siguientes ingredientes:
- 200 gramos de quesos que se fundan bien. Se puede optar por el brie, el cheddar, el azul o bien una mezcla de varios de ellos para lograr una salsa totalmente diferente a las clásicas.
- 270 ml de nata para cocinar. Este ingrediente puede aumentarse si se busca una salsa más líquida y con los sabores más difuminados. O reducir si lo que interesa es una mayor concentración de sabor.
- 30 centilitros de licor. Puede ser vino blanco, brandy, coñac o incluso opciones más atrevidas como vino de Oporto o finos de Jerez.
- Sal y pimienta.
Preparación de la salsa de queso
La preparación de toda salsa de queso es sencilla y bastante rápida.
El primer paso es cortar los quesos en cubos pequeños. Hay que intentar que los cubos no superen 1 centímetro de lado. Mientras se lleva a cabo este trabajo, se puede poner la olla al fuego con la nata. No hay que elevar el fuego demasiado, pero sí lo suficiente como para que el líquido llegue a su punto de ebullición.
En este momento, toca añadir todo el queso. Cuando esté incorporado al fuego, es recomendable reducir la potencia del mismo un poco para que el fundido de los cubos sea gradual y las grasas se integren bien con la nata. Para ello, el cocinero debe remover de manera casi continuada la mezcla, hasta que encuentre que todos los elementos se han fundido perfectamente.
Este es el punto en el que se le puede añadir el alcohol elegido. De nuevo, se integra todo con ayuda de la paleta y se deja hervir unos minutos para que el alcohol reduzca su presencia y el aroma del licor elegido maride con los quesos. Finalmente, toca ajustar la sal y la pimienta.
Con estos pasos, la receta de la salsa de queso estaría lista para servir o comer directamente.
Consejos
Siguiendo los pasos básicos se puede lograr una excelente salsa de queso en apenas unos minutos. Sin embargo, siempre hay algunos consejos o trucos de los chefs para lograr mejorar todavía más la receta.
- Ralla el queso: si buscas una textura mucho más limpia y que la salsa de queso no incluya pequeños grumos de queso, pasa de los tacos y utiliza el queso rallado.
- Atrévete a probar: cuando tengas ya una receta base, con el queso y el alcohol que te funciona, atrévete a probar con otras opciones: compra quesos que no conozcas o abre el bar de casa y opta por otras botellas con las que habitualmente no cocinas.
- Añade maicena: el uso de la maicena no solo espesará la salsa, sino que ayudará a que el queso fundido forme grumos.
- ¿Se ha quedado dura?: muchas salsas de queso se endurecen cuando pierden temperatura. Echa unas gotas de zumo de limón y llévala de nuevo al fuego para que se temple.
¿Con qué usar la salsa de queso?
Debido a la versatilidad de un ingrediente principal con tantas versiones como el queso, la salsa de queso puede aplicarse a diferentes tipos de recetas. Estas son tan solo algunas ideas que funcionan perfectamente:
- Cachopo con salsa cheddar: la grasa de la carne y el crujiente empanado ganan todavía más bañados con este queso.
- Fondue de queso con verduras en tempura: hacer una tempura de verduras crunchy en bastones es perfecto para mojar en una salsa de queso bien ejecutada.
- Pasta con salsa de queso: un clásico internacional que no falla y que tiene infinitas versiones. Elige la pasta que quieras, el condimento que más te guste y báñalos en tu salsa de queso manchego para darle un toque nacional.
- Carnes rojas: otro clásico es el de las carnes rojas con salsa de queso. ¿Quién no ha comido solomillo con salsa de queso roquefort? Atrévete a probar otras versiones como las carrilleras con salsa de queso azul.