turofilo

 

Así a bote pronto la palabra turófilo quizá te suene a chino, pero estamos seguros de que en cuanto sepas de qué hablamos te sentirás totalmente identificado. Y es que el mundo está lleno de ellos y no se esconden porque lo que les une a todos ellos es digno de orgullo.

Si quieres descubrir de qué hablamos y saber si tú también formas parte de este selecto club, no te pierdas las siguientes líneas.

 

¿Qué es la turofilia?

Si nos centramos en la etimología, en la formación del término turofilia se aprecian claramente señales hacia un origen griego, algo que podemos identificar con el sufijo “filia” que en la RAE definen como “afición, simpatía o tendencia”. En cuanto a “turo” parece que viene de la palabra “tyro” que significa “queso”.

Por tanto, cuando hablamos de turofilia estamos refiriéndonos al amor por el queso, un sentimiento que tienen muchas personas hacia este sabroso alimento y que para algunos se convierte en un verdadero placer (casi) adictivo. No es algo nuevo, desde luego, porque al parecer este concepto lo inventaron los griegos, y ellos de queso también sabían un rato.

Y parece que no fueron los únicos en practicar la turofilia, ya que hoy en día siguen existiendo, y cada vez va a más, el número de aficionados al queso en cualquiera de sus variedades.

Verdaderos apasionados que no sólo no se sienten avergonzados de serlo, sino que, además, reconocen sin pudor llevar honrosamente el adjetivo de “turófilos” allá por donde van y que aprovechan cualquier oportunidad, pequeña escapadita o viaje para probar los quesos propios de cada zona o región. Si eres uno de ellos, aprovecha y visita nuestra quesería Zacatena.

 

¿Cómo saber si eres un verdadero turófilo?

Uno de los requisitos básicos que debe cumplir cualquier buen turófilo es, sin duda, tener adicción al queso a cualquier hora, en todo lugar y los 365 días del año.

Eso significa no poder pasar sin él cuando prepara un aperitivo para toda la familia, los amigos o cuando quiere darse un gusto él mismo con una tapa de queso manchego en forma de pincho, fundido sobre una tostada o simplemente cortando unas cuñas solas o acompañadas de otro manjar.

Si ya estás salivando sólo con pensarlo, es posible que sí que seas un turófilo, pero todavía queda algo más para comprobarlo.

Y es que cualquier turófilo que se precie, además de sentir verdadera pasión por el queso, también muestra interés por conocer más sobre él, sus datos más relevantes y otras rarezas o singularidades referentes al queso. Es una forma de disfrutar más todavía de él y, en esas reuniones con amigos entorno a una mesa donde el queso es el protagonista poder compartir con ellos informaciones interesantes y, muchas veces, sorprendentes.

 

Curiosidades del queso que debes conocer si eres un turófilo 

Está claro que el mundo del queso es un fantástico espacio en el que adentrarse y donde podemos aprender un montón de curiosidades. La respuesta a las más llamativas las tienes aquí:

¿Por qué los quesos son redondos?

En realidad existen quesos de todas las formas: cuadrada, una característica del francés Pont-l’évêque, de pera, como el Caciocavallo, producido tradicionalmente en el sur de Italia, o el queso gallego de tetilla, con su forma característica de tetilla.

En definitiva, la geometría en los quesos es muy variada, pero sí es cierto que la forma más extendida es la redonda, y eso es, al igual como ocurre con las ruedas de los coches, por su facilidad para transportarlos.

Antiguamente su transporte era mucho más dificultoso pues no existían vías y caminos de fácil acceso, como ocurre ahora, entre los lugares donde se curaban los quesos y se dejaban reposar y las casas en las zonas rurales.

Para comprobar esta cualidad del queso no nos podemos perder el festival del queso rodante que se celebra todos los años en mayo en Inglaterra, una loca carrera tras un queso donde seguro, además de gente con ganas de divertirse, encontramos más de un turófilo confeso.

¿Cuándo se elaboró el primer queso?

Los primeros quesos surgen a la par de una etapa clave en la vida de nuestros antepasados: la domesticación de los animales.

Esto fue en la etapa conocida como Neolítico, entre los años 8000 a. C. y 3000 a. C., con la domesticación de la oveja en Mesopotamia o, mejor dicho, un ancestro silvestre de esta, el muflón asiático. Unos quesos que seguramente tendrían un sabor mucho más fuerte que los actuales, más salados y con una textura similar a la cuajada.

¿Cuál es el queso más caro del mundo?

En la actualidad el queso que ostenta el privilegio (o no, si te toca a ti rascarte el bolsillo) de ser el más caro del globo terráqueo es el Pule o Pulé. Se elabora en Belgrado con leche de burra, un animal de poca producción láctea y al que no resulta demasiado sencillo extraerle la leche, por lo cual su queso se considera casi como una leyenda.

Además no se trata de cualquier burra, sino de una raza concreta que sólo vive en la zona balcánica, por lo que todavía resulta más especial su leche y el queso que se produce con ella. El kilo se paga a 1.260 euros, ahí es nada.

¿De dónde es el queso más apestoso?

Ya sé que a priori a cualquier amante del queso ninguna pieza le resulta desagradable al olfato, de hecho, aspirar el aroma de un buen queso manchego curado o de un fantástico cabrales asturiano es toda una experiencia de lo más apetecible.

Pero sí es cierto que no todos los quesos emanan un perfume igualmente agradable, como ocurre con el Vieux-Boulogne, un queso artesanal de forma cuadrada fabricado en Normandía con leche de vaca sin pasteurizar, de pasta semidura y con corteza de color amarillo que se suele lavar con cerveza.

 

Ahora que ya conoces más peculiaridades sobre el queso, sus orígenes y cuán interesante es su historia en diferentes partes del planeta, podrás empezar a considerarte turófilo, una acreditación de la que sentir gran satisfacción.