vender queso

 

Contar con una mínima producción lechera no es suficiente para poder fabricar queso con fines comerciales. De hecho, quienes están interesados en hacerlo deben tener muy en cuenta los requisitos para vender queso. Se trata de unos puntos de obligado cumplimiento con los que se ofrecen al público todas las garantías y la seguridad necesarias, especialmente porque hablamos de un producto alimentario que puede tener consecuencias para la salud si su estado no es el adecuado.

El producto final, el queso, debe presentarse al cliente siempre en las mejores condiciones, pero para llegar a este punto hay muchos aspectos y movimientos previos sin los cuales no se puede emprender el largo camino de vender queso y que no podemos saltarnos de ningún modo si pretendemos comercializar con el queso y tener consumidores satisfechos.

 

Requisitos para vender queso garantizados

Emprender dentro del sector quesero y poner en marcha una quesería artesanal requiere de gran esfuerzo, por lo que cuando nos planteemos como clientes cómo vender queso, debemos saber que detrás de una empresa de este tipo hay, en primer lugar, un proyecto que cumple con todos estos requerimientos:

Inscribirse en el Registro de Empresas y Actividades Alimentarias

Comunicando a la autoridad competente, que depende de cada provincia y región, estamos dando un primer paso para obtener la autorización necesaria que se exige a las empresas y establecimientos alimentarios para ejercer su actividad comercial.

El registro sanitario es un certificado obligatorio que se emite a nivel nacional para fabricar, envasar y comercializar cualquier producto alimenticio que tiene como fin el consumo humano.

Contar con un plan de higiene y limpieza

Son requisitos que se exigen para poder poner en funcionamiento la quesería y garantizar de este modo que los quesos que se producen en ella ofrecen los niveles de calidad adecuados.

El plan de higiene es un documento en el que se indican claramente cuáles son los procesos de limpieza e higienización que se deben tomar en cada zona de trabajo dentro de este negocio. Si no se cumple, podemos tener problemas ante una inspección de seguridad e higiene en el trabajo si se detecta que no se están realizando de forma correcta las tareas señaladas en el plan.

En el programa de limpieza y desinfección se describen las acciones en cuanto a limpieza e higiene que se realizan en el local o negocio y se registran de forma diaria, como por ejemplo el uso de desinfectantes y su posterior aclarado en las superficies que estén en contacto con los alimentos o el método que se utiliza para eliminar los conocidos como residuos groseros, que en la industria quesera pueden ser, por ejemplo, restos de cuajo, caseinatos o incluso cartones o plásticos del embalaje.

Conseguir una autorización de impacto ambiental

En el caso de la industria láctea se considera que esta actividad puede producir impactos en el ambiente por los residuos que se generan tanto líquidos como sólidos o gaseosos y que pueden afectar a la tierra o al agua de la zona. Por este motivo es importante contar con un diagnóstico relacionado con la producción quesera.

La evaluación se solicita al órgano que tiene competencias en este aspecto dentro de la comunidad autónoma en la que se ubiquen las instalaciones de la quesería, que será quien finalmente haga pública la lista de empresas a las que se les ha dado autorización para seguir con su actividad.

Disponer de material para queserías

Específico para poder desarrollar la actividad comercial, almacenar la leche de forma correcta teniendo en cuenta la temperatura idónea de conservación, que sean materiales que no alteren sus propiedades y de uso alimentario.

No se pueden emplear materiales no aptos o destinados a otros usos distintos, en mal estado o de “fabricación casera”. Para eso es imprescindible tener proveedores que nos puedan suministrar soluciones completas que incluyan prensas para quesos, mesas de trabajo de desuerado, cubas, etcétera con garantías para realizar un buen trabajo, inoxidables, fáciles de lavar y de conservar en perfecto estado pese a un uso constante.

Tener un espacio con toda la maquinaria para quesería artesanal

Normalmente, se trata de naves o terrenos de considerable tamaño en los que poder colocar todas las máquinas necesarias para la elaboración del queso.

Algunos de esos equipos requieren disponer de espacio suficiente y determinadas especificaciones técnicas, así como instalaciones eléctricas suficientemente potentes como para darles servicio. Entre la maquinaria más empleada para la industria láctea se encuentran los tanques de conservación de la leche o las cubas de cuajar y si, además, tenemos nuestro propio rebaño, también es posible que nos interese tener una ordeñadora portátil o amarres autoblocantes para el ganado en la sala de ordeño.

Como es obvio, el lugar en el que se ubican los animales, tanto los corrales como la zona de ordeño, debe estar alejado de la zona de producción del queso para evitar su contaminación.

Contratar personal cualificado para un resultado profesional

Las personas son, además de las máquinas, la higiene y la materia prima, fundamentales para la venta de queso, por eso también es imprescindible que sepan cómo utilizar adecuadamente la maquinaria, conozcan cada una de las partes del proceso de elaboración del queso y lleven a cabo buenas prácticas.

Por supuesto tienen que saber cómo manipular el producto tanto durante su producción como una vez terminado para hacer un trabajo aséptico y adecuado a fin de evitar cualquier problema derivado de su manejo para no adulterar nada o producir contaminación cruzada, por ejemplo.

La formación a este respecto es un requisito sin el cual no se puede contar, así como disponer de proveedores y colaboradores igualmente profesionales que se dediquen a este sector, con experiencia consolidada que puedan sumar a nuestro proyecto para lograr nuestros objetivos.

 

Como podemos apreciar los requisitos para vender queso son muchos y muy importantes, ya que gracias a ellos podemos asegurar la obtención de un producto final apto para consumo humano, con todas las garantías, que ofrece tranquilidad al consumidor, sabiendo que está consumiendo un queso totalmente seguro para su salud.